“no estoy equivocada: mi nombre no es equivocada
Mi nombre es el mío el mío el mío
y no puedo decirte quién carajo puso las cosas de este modo
pero te puedo decir que de ahora en más mi resistencia
mi simple diaria y nocturna autodeterminación
muy bien te puede costar la vida.”
Fragmento de poemas por mis derechos June Jordan
Antes del 8M, los Hashtags se volvieron más urgentes y convocantes. Quiénes usamos las redes como sitios de expresión, de información vimos aparecer #Cuestionatucanon Y #Enestarevoluciónhaypoesía.
Ambos me llamaron la atención así que fui a leer más sobre ellos, el primero hace hincapié en un hecho indiscutible, el canon de la literatura cuenta a muy pocas mujeres en su haber y mucho menos cantidad de escritorxs disidentes. Quienes deciden el gusto por la literatura, empujan hacia un modelo de lectores que se emocione con historias heteronormativas, alejando la posibilidad de encuentro con otras maneras de entender el mundo, no puedo ni imaginar lo que se debe sentir que nada por ningún lugar cuente el mundo como lo percibe une y en esto la literatura tiene ejemplos notables, escondidos sigilosamente. Les invito a hacer la prueba, lean el retrato de Dorian Grey fuera de la mirada del amor hetero patriarcal y comprueben como no creemos la trama, vuelvan a los clásicos desde las visiones del feminismo y de lo queer para eso tiene que servir la teoría literaria para peinar a contrapelo un texto. Esto es harina de otro costal, pero me encantan las disgregaciones.
El segundo fue impulsado por un grupo de escritoras y escritores disidentes españoles que no tienen difusión masiva pedían de este modo su participación en una revolución que tampoco puede escaparle del todo a las leyes del mercado. Dando legitimidad a algunes poet@s más que a otres, de este # me apropio con algunas certezas. Quiénes producen arte, muchas veces no son visibles, hacen entre los que haceres cotidianos, los trabajos mal remunerados y una larga e interminable listas de etc. La poesía se le filtra al mercado, como esas manchas de humedad que nunca terminás de cubrir y las redes sociales funcionan para quienes tienen curiosidad como una panacea que nos permite estar sensibles, porque es verdad en esta revolución hay poesía.
Voy a intentar trazar un recorrido por cuatro poetas que me emocionan, la particularidad será la geografía. El texto no pretende ser, para nada, de crítica literaria sino una invitación a “Estar en sensibilidad”, como una necesidad parecida a la del hambre o la de la sed.
Para arrancar recupero las palabras de Andy Nanchón, en una entrevista de la primera piedra:
“La poesía dispara una experiencia muy íntima con el lector y no todo el tiempo se quiere eso, ni todo el mundo busca eso. El poema es un mecanismo que se te acerca muy sutilmente, no te lleva de la nariz a una historia. Ahí yo veo una maravilla, pero otros lectores no. Por ejemplo, leer a John Ashbery es entrar en una experiencia que me resulta muy personal, lo que implica un salto como lector. Después hay otro tema, la música y el ritmo de la poesía: eso también hace contacto o no con uno, porque ahí también se generan sentidos.”
El llamado es a suspender por un ratito el mundo, tomar un mate, un café, un té, aunque sea una vez al día y leer una poesía, si usas la red para leer navegar de un enlace a otro hasta empaparse.
Elijo estos poetas porque trabajan con los golpes que esta realidad nos impone y lo transforman en trinchera poética, no es poca cosa. Escribir poesía es ir en contra de la degradación de la palabra, algo que en la actualidad aparece en muchos ámbitos, es ir en contra de la palabra como mercado de compra venta, subvertir, travestir la palabra, hundirse y embarrarse.
La realidad como hilo conductor del trabajo, llamado para estar alertas no necesariamente tiene que perder la belleza en el camino, decir la realidad es buscar que haya también una posibilidad de multiplicar el sentido, Jugar, hacerle trampa, para la lengua dura están los medios, el arte comunica en la medida que emociona. Y así lograr traspasar el tiempo, permanecer vivo. El desafío de esta revolución es que la poesía sobreviva, a los acuerdos de la moda y quede salvaguardada.
En nuestro país la ILE es ley, pero últimamente de la mano de grupos provida, niñas se han visto sin posibilidad de acceder a su derecho. Las noticias de las niñas empujadas a una maternidad forzada a los 11, 12 años con la posterior muerte de los bebes nos deja en Shock, Carla Olivera transforma eso en esta delicada poesía.
Carla Olivera, es docente de lengua y literatura, poeta,
bailarina y madre. Vive en Gualeguaychú Entre Ríos. Tiene
publicado dos libros Partición de voces del 2005, por la
Editorial de los cuatro vientos. Intemperie 2014, Singular
ediciones.
Fragmento de un poema subido a la red social Facebook por Santiago que acompañó con los siguientes #
#Poesia #Poetry #Machos #MachoMenos #MascXMasc #GlamDisco#ChongoTears #FuriaMarica
Sí porque también es necesario para estas poesías, dejar pistas, rastros, ponerle rostro de autores, autoras, autorxs como parte de un universo que les pertenece, que “patean” y en el cual se construyen.
Cuando leo a Santiago, siempre pienso en que parece el hije feliz de VerlaIne y Rimbaud, un hije latinoamericano que no tiene pudor en decir: “Me querés agradecido/ me querés macho”.
Santiago Simcovich, se define a sí mismo como: “pendejite que
estudia en la UNA la carrera de Artes de la Escritura”, lleva
adelante una cuenta de Instagram Lady Nercia en la que comparte
su poesía maricona.
Ahora si llegaron hasta acá, respiren hondo y hundan la cabeza en este poema conmovedor:
A veces hago chistes con el género
porque no le doy importancia
desde cierta forma hipócrita
porque no culearia
con una mujer sin pene
y todavía no estoy seguro de querer hacerlo
con una mujer con pene
quizás porque al fin y al cabo
el rabo tampoco tiene importancia
y al género tampoco le debería definir
importancia mi falta de deseo sexual
y aun asi sigo dándole mi perra pasion
a cualquier longitud y estilo
del bulto de muchos desconocidos
donde en su pobres
interpretaciones de macho
me aburría encima de ellos y me preguntaba
hasta que punto sería más gozoso
estar con una mujer abriendome los cantos
Hasta que punto yo deseo aceptar ese rol
de wannabe mujer que amigos de la familia
me impusieron por una sola vez
ponerme unos tacos y respingar la cola
En la intimidad pero en lo público
y en lo correctamente político
yo diría que no me molestaria ser mujer
porque no soporto dolores menstruales
ni el ataque de aquellas personas
inclusive mujeres
que dirían que no soy una
por no soportarlos
Yo diria que podria ser mujer
porque me fascina el rol de puta poderosa
pero nunca fui estigmatizado por esa postura
como hombre
Yo diria muchas cosas pero al final del dia
lo que me detiene de ser esa hermosa mujer
que vi un dia pintada en mi espejo
es mi falta de valor para cargar el peso
que llevan en su cuerpo
aunque no esté desnudo
llevando su carga del deber de cargar
en su vientre el deseo reflejado
y el modo de vivir de un gobierno religioso
Yo sería esa masculinidad débil
pero todavía considerada como el sexo fuerte
porque a veces hago chistes sobre el género
porque un parásito se depositó en mí
ya no recuerdo cuando en que colegio
misterioso y de monjas
la feminidad se me mostró como un destino
natal
necesario pero indeseable
y lo hermoso y divino y sensible
que contiene su corazón
junto a la eterna carga y castigo
de ser y alcanzar
la belleza femenina deseable
como el equilibrio de estar embarazada
y ya no ser objeto de deseo más
que un torpe morbo porno
Así que por eso.
a veces hago chistes con el género
para quitarle la importancia y el peso
como siempre escape
de todo lo doloroso de mi vida
donde a veces me doy cuenta de que todo es
una perfomateada.
En una plaza por primera vez me siento a tomar mate con un chico
descubro por primera vez que los pelos
y las formas de los músculos de sus piernas
me generan deseos sexuales
y en cierta culpa sentirme solo atraído
y directamente atraído hacia su natural
perfomateada de masculinidad innata
yo siento deseos de generarle ese deseo
sexual desvanecido en el momento
que vio mis uñas pintadas de rosa
y mi voz aguda
A veces hago chistes con el género
y me pinto las uñas
porque intento ganar
ante el rechazo y la eterna vuelta
a mi performateada como chongo
para gustarle a ese chico de la plaza
que no me contesto mas los mensajes
A veces le doy importancia que merece
al género
porque ignorar que existe como cáncer
en el mundo
es negarle el valor y el dolor que vivieron
las personas que viven cómo son
más allá de toda perfo
Por: Claudia Almada